El
objetivo del viaje, como ya he dicho, era descubrir nuevos sitios, visitar
lugares que, por un motivo u otro, me había sido imposible ver en mis viajes
anteriores a Roma, bueno, no negaré que me fue imposible dar una vueltecita por
algunos sitios que, a pesar de tenerlos ya muy “trabajados”, me resulta
imposible no ir, más que nada porque, a través del tiempo, he descubierto que
nunca son iguales, siempre se descubre algo nuevo en lo que antes no te habías
fijado (caso del Castell de Sant’Angelo) o, simplemente, con otra luz, otro
momento del día o incluso otra estación, parece radicalmente distintos…
Uno
de los sitios que no había conseguido visitar con anterioridad, a pesar de
conocer su existencia desde hace bastante tiempo, es el que nos ocupa ahora, un
sitio que, por su estacionalidad, es imprescindible un tiempo y un momento adecuado
para disfrutarlo como es debido. Es un jardín de rosas en pleno centro de Roma,
bueno, no es un simple jardín de rosas, es EL
Jardín de Rosas, es la colección de rosas más grande de Europa, con más de cien
tipos distintos de especies, es un museo al aire libre, es el “Roseto
Comunale di Roma”.
Este
jardín, que abre sus puertas todos los días desde mayo a octubre, tiene una
larga historia, creado en 1931, su anterior ubicación fue cerca del Coliseo,
pero fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. En 1950, el Ayuntamiento
decidió reconstruirlo, pero carecía de un terreno lo suficientemente grande en
el centro de la ciudad para instalarlo, de forma que, en acuerdo con la
comunidad hebraica de Roma, se decidió instalarlo en su ubicación actual, terreno
que había sido anteriormente el cementerio judío, el cual fue trasladado en
1936 al Cementerio del Verano.
Para
homenajear a la comunidad judía que había cedido el terreno, a la entrada del
jardín podemos ver, en el suelo, una loseta con la Estrella de David y las
calles que lo conforman fueron diseñadas imitando los brazos del menorá o
candelabro ceremonial judío…, me parece una homenaje francamente bonito…
Se
encuentra justo al lado del Circo Máximo, enfrente del Palatino, podréis
encontrar su entrada junto al gigantesco monumento a Giuseppe Mazzini. El jardín, de unos 10.000 metros cuadrados, está
dividido en dos zonas por una calle asfaltada (Via di Valle Murcia), en la
primera zona podremos encontrar una muestra de las variedades que permiten
contemplar la evolución desde la antigüedad hasta la actualidad. Esta sección,
además, se subdivide en tres secciones más, a saber: 1.- Rosas botánicas. 2.- Rosas antiguas. 3.- Rosas modernas.
- La segunda zona, más pequeña, está dedicada a
rosas de nueva creación, de hecho, cada año se organiza un concurso el “Premio
Roma”, en el que participan rosas traídas
de todo el mundo, permaneciendo en este jardín expuestas durante dos años.
Dar un paseo por este jardín una mañana de
sábado del mes mayo, como tuve la
oportunidad de hacer yo, con solecito (creo que debió ser uno de los pocos días
en que lo hizo), es algo totalmente inexplicable…, los colores, los olores, el
murmullo de la gente (murmullo de gente en un parque, algo a lo que no estamos
acostumbrados en España, lo se) y el Palatino de fondo… Me faltaba mi banda
sonora, otra vez, que, teóricamente debería de estar sonando en mi ipod, que
traía preparada desde casa y que dejé olvidado en el avión, nada es totalmente
perfecto, pero, hay momentos que se acercan mucho.
No pude evitar volver la vista más de dos veces
cuando me alejaba por la Via di Valle Murcia en dirección a Via Santa Sabina
para subir a la Piazza dei Cavalieri di Malta, otro de esos sitios pendientes…
Por cierto, algo de historia clásica de Roma... El área situada a la derecha de la Via di Valle Murcia, en la ladera inferior de la colina del Aventino, es donde se encontraba el templo de la antigua diosa romana Flora.
Flora, la diosa de las flores, la vegetación y la fertilidad, era la encargada de proteger la floración de los cultivos y las flores y se representaba, según Ovidio, como la diosa "coronada con guirnaldas de mil flores"
Flora fue considerada una diosa menor, sin embargo, en su honor, se celebraban las Floralias o Ludi Florales todos los meses de abril (según el calendario establecido por Julio Cesar, desde el 28 de abril al 3 de mayo).
Os
propongo un reto, si tenéis a bien hacer una visita a este jardín, debéis
encontrar una de las variedades de rosa más extrañas que se conoce y que si que
podréis “disfrutar” en este jardín, su nombre es Rose Phoetida y su característica fundamental es que su belleza es
solo superada por el terrible olor que despide, curioso, no?
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